En la séptima jornada de liga, nuestro júnior visitaba el siempre complicado campo del Molina Basket.
Nuestro equipo sin duda realizó el peor baloncesto de la temporada, no fue capaz de mover el balón con fluidez, había mucho individualismos y no fue capaz de jugar los sistemas con poso y tranquilidad, no me cabe la menor duda que gran parte de este mal trabajo del C.B. Caravaca lo provoco la intensa defensa del equipo rival del que cabe destacar que es el rival más intenso del que hasta ahora nos hemos enfrentado.
El equipo local siempre se mantuvo delante en el marcador, pero las diferencias nunca fueron insalvables y el equipo de Caravaca siempre veía la posibilidad de meterse en el partido.
En el último cuarto del partido gracias al acierto desde la línea de tres con la ayuda de una mejora de la línea defensiva, el C.B. Caravaca llegó a remontar hasta diez puntos, forzando en los últimos segundos de cuarto la prórroga.
Los nuestros tendrán que trabajar más duros e intensos si quieren poder competir contra equipos con esta intensidad, además deben todavía dar un paso adelante en el engranaje de equipo.
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