Son muchos años y muchas horas las que dedicó Paco a uno de sus deportes favoritos, el baloncesto, creando una escuela que está comenzando ya a dar sus frutos.
Paco era un hombre de muchas inquietudes, amante de las raíces más profundas del baloncesto y en él puso todo su cariño y conocimientos, dirigidos a formar no sólo a deportistas, sino también a personas.
No era proclive a figurar, antes más bien prefería quedar en segunda línea y dedicar sus esfuerzos al trabajo callado, constante; a mejorar siempre y a transmitir todas sus emociones en cada instante.
Con Paco, se nos va un hombre que no escatimó esfuerzos por sacar adelante un proyecto a largo, muy largo plazo y en el que no tenía prisa.
Pero el destino le ha birlado la oportunidad de comenzar a saborear los primeros dulces frutos de tantos años de esfuerzo.
La junta directiva, jugadores y amigos del Club Voleibol Caravaca están hoy tristes por el fallecimiento de Paco y quieren transmitir su pésame a toda su familia, así como a todos aquellos que han sido jugadores, discípulos y amigos suyos.
Descanse en Paz.
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